martes, 8 de diciembre de 2015

Primark y 7D

Me despertó Carmen mientras soñaba con Raquel Meroño, que se ofrecía a ser la madre de mis hijos si algún día cambiaba de opinión... eso era lo más normal del sueño, pero no recuerdo el resto.

¿Cómo te ganas un +35 de buen novio?
Despertándote un día de fiesta para acompañar a tu pareja al Primark.

Ni el día de fiesta era relevante para mí ni lo hice 100% por ella.
¡Es cierto! tengo curiosidad por ver esa Meca de la ganga.

Si a mi curiosidad añadimos que me gusta estar con ella todo el tiempo que puedo para suplir su ausencia entre semana, pues el +35 de buen novio me sale a devolver.

Autobús hasta las trancas, gente encaramada a los escaparates de Sol y alrededores... y luego me preguntan por qué odio las Navidades.

Ahora que lo pienso, la masificación navideña en el centro de Madrid es como la que sufren el resto del año en el centro de Barcelona. Pobres. Ahora les entiendo.

Llegamos al paso de cebra que nos separa de la puerta del Primark.

Tuve la sensación de encontrarme en la batalla del abismo de Helm, el semáforo en rojo, los gestos tensos en ambos bandos, ningún coche quiere pisar el cebreado cuando el disco se ponga rojo, trago saliva.

¡Allá vamos!

Nada, no pasa nada, nadie saca la espada, las flechas no silbaron y mi experiencia como barquero (recogecopas) en garitos nocturnos me hizo ver iluminado el mejor camino sin impactar al enemigo.

¡Había 3 guardas jurados en plena puerta! No sólo eso, una cola de gente que avanzaba rápido entregaba un papelito a modo de entrada a una azafata que les daba acceso.
A lo largo de esa cola había vallas, con más azafatos y azafatas dando instrucciones al aire cada 30 segundos.
La cola daba la vuelta a la manzana, hasta la taquilla donde sacaban las entradas.
Siendo casi primera hora me sorprende, pero me sorprende aún más lo del ticket.
Sacar entrada para comprar.
Es una atracción textil.

Decidimos que no entramos.

Fuimos a Chueca, a un outlet de Salvador Bachiller donde Carmen había echado el ojo a una mochila para el portátil del curro.

De camino me encontré de cara el hotel Óscar que siempre me trae recuerdos.
Instalé su iluminación LED en la cafetería, en la sala VIP, en la terraza, en la suite principal, etcétera, en general desde las habitaciones al acento de la Ó de la fachada... donde por cierto pasé algo de miedo descolgado por fuera de la cesta de la grúa por exigencias del guión.
Me trae recuerdos por todo el curro que mis compañeros Coco, Heavysbal y yo hicimos y porque en esa instalación me hicieron un feo muy gordo; tras 2 años de trabajar como jefe de instalaciones LED para el decorador Tomás Alía se me vetó para siempre en sus trabajos.
Sadil S.A., la empresa para la que trabajaba me traicionó.
Es una historia que sólo cuento en persona para darme protagonismo.
El ego, es lo que tiene.
Y que había un arma de por medio.

Dimos un paseo y Carmen hizo acopio de material térmico en el Lots of Colors para el viaje a Edimburgo.

Flipé con la cantidad de muñecotes con sudamericanos dentro que hay en la Puerta del Sol, flipé tanto como con que ganen dinero o con que los padres acerquen a los niños a esas gomaespumas sucias.

Yo me volvía a casa pero Carmen se quedaba en Sol, así que me acompañó a la parada del bus.
De camino vi a una chica con un cartel que decía 'Tengo VIH ¿me darías un abrazo?' así que me acerqué a dárselo.

No había reparado bien en ella hasta que me acerqué, era una chica muy jóven, parecía sudamericana y me sonrió mucho cuando le pedí permiso para hacerlo.
Me sentí bien.
Puede que fuera portadora, que lo heredara o que se tratara de un ejercicio de concienciación, me daba igual.

Le deseé un buen día y volví al lado de Carmen pero tenía mala cara, no le encontraba sentido al gesto y no acababa de entender que yo sí. Llegamos a un entendimiento aunque se me ha quedado una espinita ahí... es cierto que aunque ella es muy abierta en actitud no lo es tanto en contacto con extraños.

Respect.

Al final me tuve que ir a otra parada de autobús por la masificación de gente así que fui yo quien la acompañó en vez de ella a mí y la dejé en un centro de estética para que se hiciera la manipedi, un capricho que se quería dar.

Tardé en llegar a casa porque los bomberos de la calle Imperial 8 querían salir pero había atascazo.
No entiendo ese Parque de Bomberos, por la ubicación sí, por la salida no, es muy poco práctica.
El exjefe de ese Parque era el padre de una novia que tuve, buena familia aquella.

Para no aburrir con pormenores hice lo de siempre al llegar a casa, ordenar y limpiar.

Quedan unas horas para que empiece el #7DElDebateDecisivo y el seguimiento en televisión es más parecido al seguimiento del clásico entre Barça y Real Madrid.

Previos, debate entre entendidos, cámaras hasta en el interior de los coches, cortinillas, caballos jerezanos, majorettes...

Aguanté el debate porque creo que es mi responsabilidad, aunque me pareció más de lo mismo pero a cuatro voces.

Puede que a mí me lo pareciera porque estoy el día entero escuchando el ruido de las redes y lo tengo masticado todo, pero imagino que a alguien que no suele escuchar, leer o ver política le gustara la opción de ver la representación de los cuatro partidos fuertes juntos.

A mí me pareció, como a mi amigo Iván (el Parra), que el formato no funcionó.

Me pareció bastante decepcionante en general, un Pedro perdido, un Pablo apocado, un Albert pretencioso, una Soraya a la que le daba igual todo y todos a su bola.

¿Quién ganó? Atresmedia.

Y más preguntas ¿para qué eran los atriles y las banquetas? ¿qué tiene Pablo Iglesias en contra de las blazers? ¿las hombreras de Albert Rivera no son exageradas? ¿iba Pedro Sánchez vestido de azafato?

Lo dije en Facebook y lo digo aquí:
'Yo les ponía una mesa redonda y 5 frascas de licor de hierbas del bueno... 5 horas... y grabar a lo Gran Hermano.
Ahí se iba a ver chicha.'

En este país poca gente iba a cambiar la decisión de su voto por un debate.
En este país por norma general se vota por simpatía o por odio, por ideales inculcados o por ignorancia, por frases como 'tiene buena planta' o 'no me gusta su aspecto'.
¿Cuánta gente conocéis que cambie de equipo de fútbol?
Así funcionamos en tonos generales.
No lo digo yo, está ahí.

Por cierto, yo sí cambié de equipo.
Mi padre me dijo que puta Barça y puta Cataluña y que eramos del Real Madrid, pero en la época de los Galácticos decidí que molaba más el Atlético de Madrid y que al contrario se le debe un respeto siempre que él lo profese.

Añadiré que me la pela el fútbol.

Cenamos y comentamos lo visto entre amigos a través de Whatsapp.

Me entró sueño rápido y me empiltré de un salto, mirándolo por el lado bueno el debate tuvo eso de positivo.

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