lunes, 30 de noviembre de 2015

Black Saturday

Había dejado ayer unas judías pintas en remojo porque pretendía comer en casa, pero Carmen había hablado con Elías y Damien para ir a Brave Soul, una tienda de ropa con cosas chulas que se sumaba a las ofertas Black Friday con un 40% de descuento en todo.

Si íbamos a la hora del aperitivo mis judías corrían el riesgo de pasar solas todo el día en casa hasta la noche.

Decidí cocinarlas para que no se echaran a perder en el remojo.

Aquí la receta.

Arregla la casa, cocina y dúchate Ramón, te vas de tiendas.

La tienda mola, está en Sol, en Travesía del Arenal 2, justo enfrente de una librería que antes tuvo vida y ahora no.

El día que cerraron el Café Comercial me quejé de los tontainas que nunca habían entrado en el establecimiento y pedían su reapertura o su rescate... yo no haré lo mismo con respecto a la librería, pero reconozco que me daba una sensación triste.

Vuelvo al tema de la tienda.

No encontré nada pero me han chivado que la temporada que viene mola más.
Lástima, estaba todo tirado de precio.

Fuimos a tomar algo porque estábamos sedientos, hacía un calor guapo para ser invierno y yo junto con la camiseta, el jersey y el abrigo, me había puesto mallas bajo el pantalón.

Elías nos llevó al Jardín Secreto de la tienda de Salvador Bachiller, un sitio cuqui dentro de la tienda con camareras terriblemente uniformadas de asistentes de vuelo, donde nos bebimos una botella de Aura y una ración de burrata con rúcula. Muy rica.

Sitio bonito para picar algo y ya, no me parece acogedor, pero lo recomiendo como curiosidad... y porque está en la calle Montera y el contraste con el fulaneo callejero es importante.

En esa misma calle y en esa misma acera estaba la Federación Madrileña de Pool, fui un par de veces hace años y molaba, tenía el suelo acolchado y era económico.
No sé si seguirá ahí.

Me encanta el billar, podría pasar horas jugando, pero no me ha dado por buscar un sitio en Madrid desde que fui a esa federación.

Una vez fuera Elías y Carmen me preguntaron si quería ir a la Fnac, sabían que me apetecía aprovechar el Black Friday para comprar la serie completa de Breaking Bad porque lo había comentado antes, así que fuimos.

De camino vi que la cola de Doña Manolita llegaba a la Gran Vía... me parece tan de coña y tan absurdo que me planteo no entenderlo.

En la Fnac encontré el pack de la serie a más del doble que en Amazon, a pesar del descuento que me hacían por ser socio. Pasando.

En la sección de libros encontré un librazo de Vaughan, más bien un diccionario, con todo el argot del inglés y el español necesario para hacerte entender a nivel coloquial.
Lo estuve ojeando un buen rato y me pareció sencillamente buenísimo.
Apuntado.

(Como he tenido dudas a la hora de escribir ojear, porque no sabía si viene de hoja o de ojo, he buscado en el diccionario y en este contexto podría haberlo escrito también con h. ¿Curioso no?)

Creo que en España el Black Friday es ridículo. Es un engañabobos. Nada que ver con las tiendas online ni lo que se supone que es en los EEUU.

No compré nada tampoco.

Acabamos agotados esperando encontrar a un trabajador competente que solventara las dudas de Carmen con respecto a un disco duro externo por WiFi, creedme, desesperante, ya no sólo porque ni sabían qué descuentos tenían los productos sino que ni sabían qué productos tenían.

¡A casa!

A las 19h nos comimos las judías.
Tan pichis.

Jirafa ON.
Michael Scofield ON.

Fin.

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