sábado, 5 de marzo de 2016

Magia rusa

Antes de contar mis andanzas de ayer y antes de ayer tengo dos cosas apuntadas que comentar.

1. En la tele he visto que hoy (viernes) abrían las puertas para que la gente besara los pies de la talla del Cristo de Medinaceli.
Había una cola inmensa.
Le preguntan a una mujer que por qué estaba allí y responde:

- Me operaron de un hombro, quedé muy bien y se lo vengo a agradecer al Cristo de Medinaceli.

Espero que primero se lo agradeciera a los cirujanos.
Cada día soporto menos a los que creen en el Hombre del Espacio.

2. Una amiga que se jactaba de ser la primera modelo Suicide Girl España sin tatuajes, sin modificaciones corporales más allá de dos dilataciones en las orejas, y que basaba su modelaje en la actitud por encima de la estética, ha montado una línea de ropa de latex.

Hoy buscaba dos 'modelas', con la anotación 'imprescindible tatuajes'.

Quizás podría hacerlo ella, ahora que lleva un tatuaje en todo el costillar, o igual no puede porque aún no han drenado bien sus nuevas tetas.

Somos cambio.

No lo comento con mala intención, de verdad, que le tengo muchísimo cariño a ella y a su novio, quizás con algo de pena porque es cierto que sí tenía esa actitud, pero eh, su cuerpo es suyo y me parece muy bien que haga lo que le salga de las narices.
Lo de 'modelas' sí, eso sí lo comento con mala intención.
Me supera.

Me pregunto si conoceré a algún fisioterapeuto, transportisto o electricisto...

Bueno, al lío.
Carmen ha batido su record, cuatro vuelos en menos de 72 horas.

No sólo trabaja, sino que se viene a Madrid a solucionar asuntos de su madre y se vuelve a trabajar, con un par.

La Coruña, Madrid, La Coruña, Madrid.

Boom.

Creo que ya puedo ir a la T4 y volver con los ojos cerrados.

El miércoles fui a por un poco de pavo en lonchas y volví con 90€ de compra.
Me faltaban dos céntimos para una bolsita de plastiquete y obviamente en Mercadona no se casan con nadie, pero la mujer que venía detrás de mí sí.
Me pagó la bolsita que me faltaba, a pesar de rechazar la invitación varias veces, y oye, se agradece el detalle.

Esto significa que aún estoy en el mercado... ¡HUMOOOOR!
Entendería que dejaras de leer ahora mismo y abrieras Cabronazi.

El jueves fui a por un regalo para el cumpleaños de mi sobri, al GAME, que ya le van a regalar un LEGO y ropa por otro lado.

En el GAME la dependienta era una rubita, alta, monilla, y a su lado, fuera del mostrador, estaba un Kurt Cobain de unos 22 años que tenía pinta de ser el novio de visita.

Cuando me peiné la tienda entera por si había algún chollo (que cada vez hay menos), me dirigí a ella para pedirle los dos videojuegos que elegí para Noel, y en ese momento semiKurt me pregunta:

- Tío, perdona ¿no te pesa la cadena?

Todo el que ha tenido contacto conmigo, los últimos 11 años, sabe que siempre llevo una cadena gorda atada a la cartera.

- Es que a mí éstas - me enseña las suyas - me pesan y son muy pequeñas.

- Pues no, no me pesa, hace poco la pesé y son 200g de cadena, la llevo hace 11 años y si no camino ladeado ya no creo que lo haga en un futuro. - sonrío.

El chaval llevaba unas botas de esas hasta la rodilla, llenas de herrajes y metal, estilo gótico, de unos 3Kg cada una, y su tono era bobalicón; empiezo a sospechar por esos detalles y los resoplidos de la chica que novio no era, más bien un moscón con tiempo libre.

Mientras yo pagaba siguió hablando por hablar y haciendo de pagafantas profesional, pobre, le van a partir el corazón... y si sigue hablando va a ser esa misma tarde.

De ahí me fui al banco a activar una tarjeta que me obligan a usar, una contactless de Mastercard.
Un absurdo, sin protección para los primeros 60€ en tres pagos de 20€ diarios.
No entiendo el concepto de llevar dinero desprotegido en una tarjeta de débito.

Como soy un pequeño accionista de la entidad y esta semana es la junta de accionistas, me regalaron un altavocito Bluetooth, como agradecimiento.
Yo hubiera preferido dinero, pero me viene bien para cuando me ducho, que suelo poner música y temo por el altavoz del móvil.

Pasé a saludar a Olga y Gerardo, pero me fui a los 20 minutos porque Gerardo sigue con su actitud pueril, a sus 53.
Todo por mandarle un Whatsapp a su hermana en vez de a él para saber si ponían un partido en el bar la semana pasada.

Pues nada, que siga así.

Por la noche fui a recoger a Correos la camiseta de #FreeStrawberry que me regalaban por participar en el crowdfunding de apoyo a César Strawberry, cantante de Def Con Dos y acusado de enaltecimiento terrorista por 6 tuits y un retuit.

País de locos.
Hay una terrible caza de brujas.

En Correos estaba solito, me miraban y no me atendían, hasta que uno del mostrador me dijo que tenía que pulsar un botón practicamente invisible.
Si no lo llego a pulsar ahí sigo.

En vez de cagarme en su puta madre le hice ver que era nuevo en la oficina (es cierto) y le pedí que me explicara el proceso para la próxima vez, porque me lío.
Funcionó, me trató como a un idiota.

Una vez en casa, a las 21:15h, mientras amasaba carne picada para hacer unos filetes rusos para Carmen y para mí, me llamó Carmelo:

- ¿Qué haces?
- Filetes rusos, dime
- Mago Pop, Teatro Caser Calderón, a las 23h, hoy, invito ¿os venís?
- ¡Carmen! Mago Pop, Teatro Caser Calderon, a las 23h, hoy ¿te hace?
+ ¡Sí!
- Sí Carmelo...
- Ok, nos vemos a las 22:10h en el autobús.

Y así es cómo pasamos una noche genial con Carmelo viendo al Mago Pop, en el Teatro Caser Calderón, a las 23:15h, ayer.

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