viernes, 11 de marzo de 2016

Durito y Dorito

Desde que cerraron Vitaldent y Funnydent (tiene guasa), por chorizos, hay un ataque brutal de anuncios de otros seguros y clínicas dentales todo el día.
Claro, es que han soltado chotropocientos clientes en las calles.

Me los imagino saliendo de una gran sala oscura, caminando despacio, desaliñados, cegados por el sol, desorientados...

Hablando del tema, ahora que he dejado de fumar y tengo el aliento fresquito tengo que aprovechar para hacerme unos arreglitos en la piñata, que me arreglen un diente que me cascaron en la clínica, que me pongan un implante y hacerme un blanqueo, pequeñito, de uno o dos tonos, que desde niño he tenido siempre los dientes de un tono que no luce.
Amarillentos, caramba, que me cuesta escribirlo.

El fin de semana fue durito, el tema de la madre de Carmen me superó.
No estuve a la altura, se me notaba en la cara que estaba a disgusto por la situación y Carmen lo tuvo que ver o notar.
Aunque hiciera todo lo posible, dedicara todo el tiempo y ayudara en cada cosa que pude... la actitud no era buena.

Me da rabia y procuraré hacerlo mejor en adelante, porque no tiene sentido estar de morros porque a Carmen la pongan de morros, no ayuda, es un absurdo.

En la televisión continúan con el ataque sistemático a Podemos, con el temita de las alianzas de unos y otros, ocultando los marrones de la Casa Real, sacando casos aislados de corrupción, en definitiva, que el tema político ya es cansino hasta el agotamiento.

Tampoco ayuda que el mermado de Pablo Iglesias, y mira que soy bastante podemita, se dedique a hacer el mongolo con gracietas de amoríos entre dos diputados en pleno Congreso.

Macho, que estás en el ojo del huracán, no provoques a lo tonto, que tan importante es trabajar como parecer que trabajas.

¡Y comprate la ropa de tu talla hostias!

Como sigo (miento, seguía hasta esta semana) a todos los partidos políticos y a casi todos los medios de comunicación de relevancia de este país, estoy bastante informado, pero luego me suelo pasear por los comentarios que dejan los lectores o simpatizantes de cada medio o partido... y es espectacular que tanta gente leyendo lo mismo interprete lo que le sale de los cojones.

Si veo que alguien supera los límites de la estupidez humana, me meto a investigar su perfil.
No falla, cuanto más tonto más abierta tiene la privacidad del Facebook.

¿Que de qué sirve ese cotilleo?
Saciar mi curiosidad, confirmar lo que sospechaba, e incluso descubrir que a veces la gente parece tomarse como un reto personal llegar a ser cada día más tonto.

Ya, no vale de nada porque no interactuo con ellos y me enveneno, pero no se puede perder la realidad de vista y se aprende a identificarlos de lejos.

Tras 22 días me queda algo de costra de la herida del herpes de la nariz, y pocos días me parecen, a veces me han durado más. La manía de quitarme las costras, es asquerosa, pero no lo puedo evitar.

Estoy sedentario, trasnochador, vago, sobre todo vago, y no hago casi nada, por eso no escribo a diario y me jode.
Igual es una racha tonta.

Cuando quiero alegrar a Carmen la cebo, esta vez he cocinado unos nuggets de pechuga de pollo al horno, rebozados en Doritos.

Funciona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario