lunes, 22 de febrero de 2016

¡Pregúntate tú!

Currar con Julio siempre es una sorpresa, porque nunca sabes dónde vas, qué marrón te vas a comer, si es fácil, si es difícil, si el asegurado tiene buen día o es antifontaneros.

Casualmente íbamos a la Dehesa Militar, donde yo he ido años y años con mi familia a hacer deporte, pasar el finde, y visitar al padrino de mi hermana.

A día de hoy ya no pertenezco al club, y la familia del padrino de mi hermana es como si no existiera.
Dios, la Patria, la Familia, blablabla.

El trabajo que teníamos que hacer no era de los más difíciles que he hecho con Julito, es más, puede que fuera el más fácil.

La señora de la casa era majísima.

Salvo porque bebe agua mineral, come huevos ecológicos, no come carne, cree que una puerta blindada, o acorazada, es más fácil de abrir que una normal de madera con FAC, dice que no se pone mala nunca porque se suena los mocos todas las mañanas para eliminar los virus que nos enferman, afirma saber lo que se pincha Jesús Vázquez para estar joven, tiene un gas paralizante de defensa del 70% en la puerta, no toma lácteos y asegura que para mejorar el organismo hay que beber medio vaso de agua tibia al despertar... salvo eso, es majísima y normal.

En serio, un encanto con mucho sentido del humor.

Julio y yo nos entendemos guay currando, le veo venir, él se sabe atendido y avanzamos a toda mecha. Amén de que es un placer trabajar con un amigo.

El primer día estuvo bien, al salir fui a recoger unas cartas a Gerardo y discutí con él.
Está insoportable ultimamente.
Sé los motivos, pero no los puedo contar, y aun así no tiene ni un poquito de razón.

En casa cené un salteado de verduras con pasta china fresca y me empiltré rápido, para currar al día siguiente prontito, otra vez.
Que me metiera en la cama no significa que me durmiera, tenía pendiente jugar la final de Blood Bowl contra los Skavenblight Scramblers.

FRIIIIIIIKI (lo oigo en tu cabeza).

Pues cuando llevaba casi hora y media de sufrimiento, entre sueño, dificultad, ganas de acabar y descansar, va el juego y se cuelga a dos turnos de terminar.

¡Aaaaaaargh qué rabia coño!
Vivimos en la época de los videojuegos sin acabar.
Te los venden y cuando dan fallos los corrigen con parches que descargas vía internet.
Vamos, que pagas por algo defectuoso desde el principio y aquí no pasa nada.
Yo creo que OCU y FACUA no han metido mano por pereza, pero tienen filón.

Me dormí, pero yo tengo el sueño ligerito si es por cansancio.
¿Y por qué va a ser si no Ramón?
Por intoxicación controlada.
Vuelvo al tema. Ligero.

Eran casi las 2h de la mañana cuando el señor Iván (Parra) se pone a enviar partidas de Preguntados al móvil.
Mi móvil empieza a vibrar, a sonar y me cagonlaputamadrequeparió al chico éste.

Hasta el punto que desinstalo el juego.
No es la primera vez que lo hace, de hecho es habitual.

Pues desde ese momento que me despertó, hasta las 7h de la mañana, ya no consigo dormir de tirón.

Me fui a currar, pero me notaba raro.
A mediodía empecé a notar fiebre.
Suena a cachondeo, pero yo me noto hasta una décima.

Más que a cachondeo suena a increíble, pero o estoy a 36'5ºC ¡o me muero! y lo detecto en cuanto tengo 36'6ºC.

Comimos en casa de Julio, como el día anterior, y creo que voy a poner a Aída (su mujer) en TripAdvisor.
Vaya cocido y vaya arroz de olla.
Riquísimos los dos días.

Pedí un termómetro y efectivamente no estaba en mi temperatura, estaba en 36'7ºC.

Me puedo romper las costillas, los dedos, necrosarme, currar 30h seguidas, sufrir una operación de muelas y lo que quieras ¿pero estar fuera de mi temperatura?
No.
Eeeeso no.
Empiezo a ponerme malo y a quejarme como un bebé.
Es curioso, porque no es ni fiebre, pero me debilita como a Superman la Kryptonita (vuelvo a oir ese ruído en tu cabeza).

Seguimos currando por la tarde pero me puse cada vez peor. Julio me ofrecía que me fuera, pero no podía dejarle tirado, así que aguanté.
Se me hizo jodido porque aquello seguía subiendo y me dolían hasta las articulaciones.

Cuando por fin terminamos Julio me ofreció tomar una cerveza, rechacé el plan y me fui a casa medio arrastrado.

Ya en casa, con Carmen recién llegada de viaje, me puse el tremóteno (como decía mi hermana cuando era peque) y estaba en 38ºC.
Más tarde casi llegué a los 39ºC.

Estaba muy mal.
Escalofríos, temblores, dolores abdominales... me esperaba un finde precioso.
Si con una décima ya estoy mal imagina con más de 20 décimas.

Pues va Carmen y para cuidarme se pone a hacerme ¡tostones!
Eso es amor amigos, del bueno. <3

Ni ella ni yo pudimos dormir esa noche, yo por los dolores y constantes idas y venidas al baño y ella por mis gritos, ruídos, arcadas, blablabla.
Todo muy agradable.

Bueno, pues esto resume mi fin de semana. Entero.
Aún no he dormido más de 2-3 horas seguidas y me quiero morir, pero poco.

Para quitaros de la cabeza mi imagen deplorable quiero mencionar tres detalles:

- Piqueras, el de Informativos Telecinco, es torero en sus ratos libres, el desgraciao. Ya se me ha atragantado sólo por eso.

- ¿No es maravilloso cuando pones pan en la tostadora, le das a la palanca y no se engancha?
¿No es el mejor sistema de decirte que no has enchufado la tostadora?

- La de la foto es mi madre, en IKEA, con un carro de Leroy Merlin. Es una diosa.

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