Tras la visita de Rob y Mary desde Berlín era el turno de Laura Vitoria, que ni es de Vitoria ni vive allí ya, pero ese es su nombre en clave para los amigos de Madrid.
Por eso no me he prodigado en el blog, ser anfitrión de la mayor hedonista de la península requiere tiempo y cansa hasta el punto de no querer sacar el móvil para escribir.
Casi hasta se agradece, pero no por el hecho de no escribir, que eso me genera tensión, sino porque es una desconexión muy sana.
Intentaré resumir su visita en la siguiente entrada porque ésta se la quiero dedicar a una pequeña reflexión política.
Mal, maaaal, mal está el asunto cuando seguimos votando por odio y miedo.
De primeras todos tenemos nuestras tendencias ideológicas, lo que nos hace ver con diferentes ojos cualquier información y nos hace parciales en criterio, pero nos sobra a todos talento para discernir la lógica de la ilógica si escuchamos tan solo con un poquito de interés y ganas de crecer.
No pierdo la fe, si mi abuela con 103 años tiraba de móvil y aprendió a usarlo con 85 todo es posible.
El sábado cogí un taxi, desde La Riviera a Serrano.
El taxista nos quiso enseñar a Laura, Carmen y a mí un vídeo de Pablo Iglesias en el que decía que Willy Toledo era el único actor con dos cojones y agallas de este país, mientras acompañaba el movimiento de pasarme el móvil con la frase 'mira a este meningítico'.
Ya vamos mal.
No por un vídeo de Pablo elogiando a Willy Toledo, que no hay por donde cogerlo, sino porque está conduciendo, ha manipulado el móvil, ha empezado a hablar de política con los clientes y con insultos.
También diré que la opinión de Willy Toledo me parece tan válida como la de un cualquiera en un bar y el que le preste atención es tan necio como ignorante, pues este señor no es adalid de la izquierda ni tiene representación gubernamental alguna.
Retomo el asunto.
Nos hizo participe de su opinión sobre Pablo Iglesias, al que se refería como el coleta, también de que Mariano Rajoy le parecía un inepto pero que tenía su voto, porque antes de que el coleta convirtiera España en Venezuela haría lo que fuera.
También dijo que le gustaba C's, aunque no se fiaba de ellos, porque le gustaba mucho Arrimadas.
Le dije que me parecía buena política pero demasiado soberbia, pero que ante todo buena política entre otras cosas por la sangre nueva que aportaba.
Me dijo que eso ni le iba ni le venía, que era porque estaba buena.
Seguimos mal.
Nos hizo saber que él era del Rayo Vallecano y que conocía a los ultras, que eran todos unos extremistas violentos y de Podemos, que lo sabía él.
Qué la señora ésta (Carmena) había impedido al Hospital Monte Sinaí tener sucursal en uno de los rascacielos de Castellana porque odia a la gente rica, que sólo le interesan sus amigos y que prefería que esa empresa hubiera tenido su sede aunque un concejal del PP se llevara un par de milloncejos a cambio si hubiera sido por él.
Que España estaba saliendo de la crisis porque él lo estaba a empezando a notar en la clientela de su taxi... no quise decirle que estábamos en Navidad por si el argumento le parecía flojo.
Tras escuchar todo tipo de barbaridades sobre el terrorismo, los perroflautas, Franco y las financiaciones de Irán y Venezuela le pregunté si le parecía que un gaditano y un gallego se parecían... hubo una breve pausa y respondió con un 'supongo'.
Continué y le dije:
- Si entre un gallego y un gaditano hay grandes diferencias de acento e idioma, costumbres, fisionomía, cultura y actitud o incluso humor o gastronomía en una distancia de 1000km ¿crees que España puede convertirse en Venezuela como dicen o en Dinamarca como dicen C's o Podemos?
Puede que estudiando para 10 saquemos un 8 en esta metáfora de modelos de país, pero nunca seremos una nación que no somos.
No se le puede hacer caso a Willy Toledo como no se le puede hacer caso a Bertín Osborne y a que su mujer no pudo comprar papel del culo en Caracas.
Necesitamos criterio propio.
¿Me dejas ponerte un ejemplo? (tono cariñoso y en cierto modo condescendiente)
- A ver
- Si tu me contratatas para trabajarte el taxi y yo te robo...
- ¿¡PERDONA!?
- Te estoy poniendo un ejemplo, tranquilo, repito, si tú me contrataras para que te trabajara el taxi por las tardes y al cabo de cuatro años te enteraras que cada día que yo te daba la recaudación de esa jornada te estaba robando ¿me volverías a contratar?
- ¡NO ME VAS A CONVENCER! SI TÚ QUIERES VOTAR AL COLETA LE VOTAS, PERO A MÍ NO ME COMAS LA CABEZA
(la cosa se pone tensa en el interior del vehículo)
- No te estoy comiendo la cabeza, te he puesto un ejemplo ¿lo harías? es lo único que te digo, tienes un empleado, el Presidente del Gobierno es tu empleado, si te roba lo despides y buscas otro empleado...
- ¿¡Y LOS ERES?!
- Otros desgraciados, a la cárcel con ellos
- ¡¿Y LOS DE IZQUIERDA UNIDA O LOS SINDICATOS?!
- A la cárcel y que devuelvan la pasta, si cualquier persona coge un céntimo que no le corresponde me da igual su color o credo, es delito, por eso creo que desestimar opciones que no han robado es un error, y si no te gusta el coleta tienes a Garzón, Herzog o a Rivera, que aunque no sea de mi agrado tiene cosas muy positivas no solo en su programa y una de ellas es que está limpio, como Pablo.
-Acabarán robando porque todos roban
- Pero no lo han hecho
- Pero lo harán
- Pero no lo han hecho
- ¡Rajoy no está en la cárcel! y mientras no esté en la cárcel es inocente ¿NO?
- Pero es el responsable de todos los que sí están, como te digo, dale una vuelta y piensa que hay más opciones que no han hecho más que intentar dar un soplo fresco y más cercano, con políticas mejores o peores, pero nuevas y libres de pecado de momento.
- ¡QUE TÚ HAGAS LO QUE QUIERAS Y YO HARÉ LO QUE QUIERA!
- Yo no he empezado esta conversación, has sido tú, yo sólo te he puesto un ejemplo, nada más.
Todo esto fue mientras de vez en cuando Carmen y Laura mostraban parte de su opinión frente a cada barbaridad que este señor profería, y la tensión ya se hizo insoportable.
Lo suyo hubiera sido bajarse del taxi en el momento en que me increpó, manipuló el móvil o se mostró violento con sus aspavientos, pero ni quisimos crear más mal ambiente ni le retiro la palabra a quien piensa diferente a mí... hasta hoy que escribo esto, que he decidido que no quiero hablar más con cordialidad a quien defiende o encubre el robo.
La despedida fue tensa y le dejamos bote.
Pero como era de esperar de mí se despidió con un 'mghfh' que me hizo más gracia que otra cosa y me bajé del coche deseándole una buena noche.
Me dejó mal cuerpo pasados 5 minutos.
No lograba entender tanta ilógica, no podía entender que un trabajador autónomo, que no llegaba a los 50 años, fuera capaz de encerrarse en un que se joda el capitán que no como.
Odio, el odio mueve muchos de los votos de este país, más que la ignorancia, aunque según lo escribo dudo cual de los dos motivos origina el otro.
Es un tema delicado, por eso lo toco desde una experiencia vivida.
Leo las publicaciones de todos los partidos políticos en redes sociales, pero también leo los comentarios que dejan los seguidores en ellas y leo odio.
Creo que muy poca gente lee los programas electorales, creo que en general muy poca gente lee más allá de lo que lee en su burbuja ideológica, y dentro de ella no pasan del titular.
Las elecciones han sido tremendamente sorprendentes en muchos aspectos y una de las sorpresas ha sido que curiosamente los que acuñaron el eslogan vota con ilusión han salido muy mal parados, porque del eslogan al hecho hay 29 escaños de diferencia.
Lo que llamaban odio era ilusión mientras que su falsa ilusión era odio, que como siempre, sale por donde menos lo esperas, porque es impredecible.
Sí, hablo de Ciudadanos, que han sido víctimas colaterales del odio a Podemos.
Las falsas estadísticas y encuestas generadas por intereses particulares (ajenos a ellos) les daban como gran fuerza política en un espacio muy corto de tiempo y todo resultó ser un bluf, un intento de marear a los que no tragan al coleta para desviar los votos, con consecuencias evidentes.
La cocina de las encuestas ha acabado en sartenazo.
No estoy atacando a C's, ataco al odio, el odio de otros a Podemos ha dañado a Ciudadanos.
Ahora en vez de parecer unos vencedores, pues antes no tenían casi representación y mirad ahora, parecen unos perdedores, y la gente en España apoya poco al que tropieza.
Siendo yo bastante podemita me da algo de pena.
Hoy quizás me he alargado en la entrada, pero para largo... el trayecto del taxista, que fue eterno.