Triatleta y hedonista.
Laura Vitoria es su nombre en clave si fuera un G.I.Joe y así la conocemos los amigos de Madrid.
Ni nació en Vitoria ni vive ya allí, pero es lo que hay.
Laura decidió pasar un finde en Madrid y nos pidió asilo a Carmen y a mí, así que dicho y hecho.
Como buena hedonista bajaba con ganas de vernos y de comer y beberse Madrid, pero en horario diurno, cosa que no sólo se agradece sino que cuadra con nuestro nuevo modo de vida.
Perfecto.
Preparé la casa para su llegada, pero como estaba un poco sopa hice café para espabilarme y darme prisa.
Error.
Ese café me sentó como si el azúcar que le eché fuera cocaína; madre, que atacón me pegó. Tampoco ayudó que no controlo las cantidades de café que tomo en casa.
¿Sabéis cuando os ponéis un copazo en vaso de plástico en una fiesta en casa ajena? Pues eso.
Habíamos quedado en el StreetXO de Dabiz Muñoz y se apuntaba Sonia, amiga en común, exjefa mía y compañera ocasional de Laura.
Ambas comparten culto a los placeres del paladar y yo no soy menos.
Llegué tarde y atacado, me costó una Alhambra Especial recuperar el pulso firme.
En el StreetXO, que recomiendo probar alguna vez a todos los que leéis esto, estaban Marcel y Luca de Top Chef tomando algo.
Yo no les había visto, fue Sonia, y los teníamos a 2m, así que Sonia dijo (cito textualmente) voy a hacer la catetada y nos sacamos una foto con ellos. Dicho y hecho.
¡Vivan las catetadas de este nivel! dan vergüenza pero luego lucen maravillosas en Facebook.
Aunque Marcel no era mi favorito y ya lo dije en una entrada anterior le di la enhorabuena, a Luca le di un manotazo en el pecho y le dije que a él también. Me salió así chico, lleva metido en la tele de mi casa 3 meses y ya tenemos confianza.
Laura, Sonia y yo comimos, nos reímos, y le saqué una foto a una de las pintadas decorativas de la pared del local.
Buena frase.
Aunque no es muy caro para lo que es y no debes nunca aceptar el cóctel de bienvenida (ni beber vino), sacarle una foto a la pared es lo único que puedes hacer gratis en ese local.
Como es de esperar no sirven ni postre ni café, porque ahí lo que prima es que pase todo el mundo que hay en la cola ¡SIGUIENTEEEE! así que nos fuimos a tomar un café por ahí.
Ya ya... se me olvidó que había tenido un atacón mañanero por culpa del café y no pensé que me fuera a afectar de nuevo, pero lo hizo. Atacón al canto.
Sudo cafeína.
Decidimos que si la montaña no va a Mahoma Laura debía ir a As' Pedriñas a ver al Parra.
Perfecto, StreetXO para comer, café en la cafetería típica callejera y el licor en el gallego guapo del Barrio de Salamanca con Iván.
Sufrimos la simpatía de su jefe, que odia desde el fondo de su negro corazón a todo aquel que sienta el más mínimo cariño por su empleado, con lo que no sólo nos trata mal y con desprecio, sino que ni saluda como hace con el resto de clientela.
Que le follen.
Iván estaba liado y nos atendió Elías, sobrino del jefe pero majete y compañero de Iván, que como tenía la garganta jodida plantó dos chupitos de cazalla nada más verme, uno para él y otro para mí, nos lo empujamos como si eso le fuera a sanar la voz y las 'niñas' pidieron cremita de orujo.
Decidí que aunque no me gustan las bebidas anisadas me tomaría una copita de esa cazalla con hielo.
Nos pusimos al día esperando a que Iván saliera.
Una vez le liberaron, tarde como siempre sucede en ese sitio de explotación constante, nos fuimos los cuatro a tomar una cerveza en el Stop, un bar que está al lado.
Les correspondía a Laura y al Parra tener su momento de protagonismo y disfruté de sus historias.
¡Hora de irse!
Habíamos quedado con Carmen, que llegaba de Portugal, y sus compañeros de curro en el Gerard, para que hicieran su picoteo navideño.
Nosotros tres (Laura, Sonia y yo) nos apuntábamos para estar todos juntos y Laura saludara a Gerardo. Se adoran.
Nos costó llegar por el atasco.
Se apuntó Gizelah, una amiga de Laura que vive por el barrio, y nos regaló un saquito térmico de semillas a cada uno.
Qué maja, es de su tienda www.latapicera.com y es muy cuqui.
Una vez allí nos pusimos gochos a raciones gigantes de croquetas, albondigas, cigalas, queso, jamón ibérico, tortilla de patatas entera, pan, más de 35 cervezas y para rematar Jägermeister y José Cuervo en modo barra libre.
¡Dabiz Muñoz Dabiz Muñoz! ¿Cuántas estrellas le deberían dar a Gerard por este menú?
Ahora viene lo gordo.
No, no hablo de Gerardo, que también... venga seamos fieles al hecho:
Ahora viene lo gordo del gordo.
Le pido la cuenta, éramos 7 (porque Sonia se había ido, que se encontraba regular), y nos cobra 15€ por cabeza porque dice que nos ha invitado a las cigalas y a los chupitos.
¡¿Estamos locos?!
Que yo veo bien e incluso entiendo que nos quiera, le acepto invitaciones, o mejor dicho, los que le queremos aceptamos descuentos o invitaciones, pero esto es demasiado.
Volved a mirar lo que tomamos más arriba.
¿Ya? Vale.
¿PUES NO VAN LOS COMPAÑEROS DE CURRO DE CARMEN Y PAGAN LOS 15€ PELAOS?
Ni en el peor bar he visto yo eso.
He visto botes hasta en el McDonald's.
¿En serio?
Así vamos en este país, estamos rodeados de desagradecidos.
Sólo las cervezas y los chupitos hacen los 15€ ¿y no dejas algo de bote? ¿en el bar que has elegido? ¿con menú de picoteo a medida? ¿al amigo de tu amiga y compañera?
Laura, Carmen, Gizelah y yo dejamos 5€ cada uno, que aunque no cubre es un gesto, qué menos.
Pierdo y recupero la fe en el ser humano por horas, y esa hora tocaba perderla.
Flipo chico, flipo.
Nos fuimos a casa que el día había sido duro y al día siguiente había que votar.
Tras hincharle una cama de 2m x 1'5m a Laura en pleno salón, Carmen y yo nos fuimos a la cama a ver un capítulo de Prison Break.
No hay muchas risas ni mucho detalle en esta entrada porque lo escribo con 5 días de retraso.
Sorry.
¿A que apetece apuntarse un día a tomar algo con nosotros? ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario