miércoles, 27 de enero de 2016

¿A qué huele Gran Hermano?

Cómo está el patio...

Tres monjas secuestradas por otras monjas, una especie de canibalismo místico que deja en evidencia una realidad flipante, y es que a día de hoy se importan monjas porque no hay vocación en España.

Ni me lo invento ni es mi análisis.

Para que los conventos no mueran, ni sus subvenciones, se traen mujeres extranjeras de fe para continuar la obra de Dios, y se las nacionaliza.

Lo de secuestrarlas es un caso extraño y aislado, espero, pero lo que cuento es flipante, se agarran a cualquier clavo siendo estos los que acabaron con la vida del jefe.
Irónico.

Ayer mi amiga Rocío (la que me dejó El Libro del Cementerio del que hablaba ayer) me escribió, no me lo esperaba, ni que leyera este blog de autocontrol ni que le hiciera tanta ilusión mi mención.
Fue un alegrón.
Me dijo que hay un sitio privilegiado en su negro corazón para mí, y creo que todos tenemos esos huecos para gente especial, gente con la que no mantienes mucho contacto pero que pueden llamar al timbre de tu casa y entrar en pantuflas, porque se ganaron ese derecho hace tiempo.

El domingo mientras Carmen y yo esperábamos un taxi, para aprovechar mi último cupón gratuito de MyTaxi (recordad que mi código es RamonR4 si queréis usar la app y pagar a través de ella por primera vez, que os regalan 20€), vi en el suelo una bolsa vacía de farlopa o speed.
Carmen se sorprendió de que la viera y de que la reconociera, para ella era un trozo de plástico cualquiera; a veces se olvida de los diez años que he trabajado la noche.

Le enseñé vocabulario relacionado con el tema y ahora ya puede negociar una venta con la mara Salvatrucha.

Por fin he hablado con Jorge del Madrid Comedy Club, oficialmente estoy fuera de los circuitos de comedia a todos los niveles.
Es un alivio abandonar el mundillo, aunque ahora mismo suponga tener cero ingresos económicos.

Ya toparé con algo mientras, que nunca me ha faltado, porque si depende de los portales de empleo voy de culo, vaya ofertas que encuentro en el correo a diario... lamentable.
Igual lo lamentable es mi preparación.

Llaman a la puerta, paquete para Carmen, eran nuestras máscaras de buceo nuevas por Reyes.
Ofertón al 70% de descuento.

Como repartí parte del roscón con Gerardo, Analía y Olga, a Carmen se le quedó escaso.
No ha dicho nada pero lo sé, así que me puse a hacer otro.

Esperando uno de los leudados me fui a por tabaco (no me acuerdo de la última vez que compré, es buena señal) y he acabado comprando cordero. Estaba bien de precio.

Así soy yo, que no sólo voy a por tabaco ¡y vuelvo! sino que vuelvo con comida.

Mi casa olía a asador y luego olió a obrador, qué gustito.

En ese proceso de olores y haciendo tiempo entre receta y receta estuve jugando al Broken Age. Cada día me gusta más esa aventura gráfica.
Cuqui es la palabra que lo define.
No estaba Carmen, porque está de viaje de curro, por eso pude aprovechar y jugar, si no me tocaba Gran Hermano VIP.  :_)
Pobre, parece que me obliga por lo que cuento y no es así.

Le pasé a Iván por Whatsapp un par de links de un documental sobre Corea del Norte, los probé para comprobar que eran correctos y me quedé enganchado... tengo que buscar documentales nuevos porque éste le he visto ya cuatro veces.
Lo cerré a los 20'.

Hablé con Carmen muy poquito porque estaba cansado y era muy tarde.
Me propuso ir a Santiago de Compostela la semana que viene, rollo escort, y rechacé la propuesta por organizarme bien con las oposiciones.
Ya iré en la siguiente oportunidad.

La foto es de cómo ha quedado la sarten con la que han pegado a un amigo mío que han confundido con otra persona... dándole en la cabeza.
Flipa.

Como decía al principio de la entrada: cómo está el patio...

¡Qué rico estaba el cordero!
¡Qué rico el roscón!
¡Qué rico dormir en diagonal!

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