No es que no pare de hablar de haber dejado el tabaco, es que me preguntan y sale el tema, o me ofrecen... y sale el tema.
Hoy hablando de ello me han soltado esta frase y me ha encantado:
- ¡Es que está el tabaco a precio de langostino!
Pues amigos, ahí está el asunto, cuestión de prioridades.
¿Prefieres comerte 5€ de langostinos a diario o pagar 5€ por matarte a diario?
Si por lo que sea estás pensando en decir 'acabaría harto de comer langostinos todos los días' déjalo en eso, en pensarlo, no lo digas ¡SCHSSST! No, no lo digas.
Y va Cruyff y la casca de cáncer de pulmón... ¡todo son señales!
Ya he pasado el susto del ciclista rumano de antes de ayer.
Lo comenté en mi cuenta de Facebook por aquello de advertir a todos mis amigos, y es que una infracción no conlleva sólo una sanción (de la que se están librando todos los ciclistas irresponsables), sino que también te puedes matar en un segundo.
Bueno, también no, que si te matas no hay sanción.
Tuve un sueño de lo más raro ese mismo día, lo relaté en la red de Zuckerberg y hoy dejo constancia en el blog, que me parece más fiable que Facebook:
Estaba soñando que estaba en África, dormido en el suelo de una casa humilde, de noche, dos niños con harapos me despiertan a empujones y me dicen que corra, en eso que llega un adulto de un salto y salgo corriendo, voy a saltar por la ventana pero me agarra y me hace el conejito en una pierna, luego se ríe.
Yo muy asustado empiezo a ser consciente de lo que pasa: el negro que me hace el conejito es mi amigo, hace naves verdes de Star Wars en una impresora 3D y nos comunicamos en francés y en inglés, según nos sabemos las palabras que queremos usar, aunque según él preferiría hacerlo en nigeriano, que no sé ni si existe.
Se sigue riendo y me dice que lo del conejito me lo hizo ayer Robert DeNiro de borrachera y fue una risa.
Ahora lo entiendo, mi amigo negro cabrón se estaba riendo de mí y de mi resaca, de una fiesta que no recuerdo.
En esto que llega Ricardo Darín y me dice que le siga, yo le sigo y llego a una habitación pequeña donde hay gente alrededor de la maqueta de un tren eléctrico.
Una pareja que está en un sillón está posando para una foto, pero el fotógrafo me dice que me agache, que no pinto nada en el encuadre, así que me agacho y me escondo tras el sillón.
Desperté y lo anoté, luego continué durmiendo y llegué a este otro sueño:
Carmen y yo entramos al Palentino a comer, a su (inexistente) parte de arriba.
Nos sentamos en unos cojines con forma de sillón que hay en el suelo, porque el techo es muy bajo.
Uno de los sillones tiene migas y las sacudo, a lo que Marisa Porcel (la Pepa de Pepa y Avelino) me dice que no me preocupe, que como por las mañanas están allí rodando una peli con Alex de la Iglesia todos los días se mancha.
- Ah, no es por limpieza, es por mi TOC, necesito simetría y orden, pero gracias ¿qué tal el rodaje? - le pregunto mientras nos sentamos a la mesa en la que estaban ella y Mario Casas.
+ Bien, muy entretenido, va a quedar genial.
Carmen por educación y por participar pregunta entre risas:
+ ¡Anda es genial! yo quiero verlo un día ¿se puede venir de extra o a figurar?
Mario Casas, que lleva unas Timberland marrones de pelo de conejo, de unos cuatro dedos de largo (el pelo), le responde:
- Claro, apúntate un día, llamas a la Telva y ahí sigues las instrucciones que dan para las marujas que quieren venir. - Esboza una mueca sarcástica.
Se estaba burlando de Carmen.
+ ¡Gracias!
- No - respondí - gracias no. ¿A ti no te han dado nunca un guantazo? - le pregunto a Mario Casas.
Me acerco y le doy cuatro palmaditas fuertes en la mejilla.
Antes de que responda ya le he plantado un soplamocos a mano abierta y rueda por los suelos, hasta atravesar el cristal de una ventana que está a ras del piso, cayendo a la calle.
Marisa sale corriendo preocupada por Mario y yo me asomo al hueco del cristal que ha roto en su caída.
Abajo Mario la espera con un ramo de flores, sentado en la parte de atrás de una pick-up y rodeado del resto del equipo.
Todo ha sido una broma del programa Inocente Inocente, suena la música, Marisa me mira y yo me como los cristales (que saben a azucar) para demostrarle que todo había sido una comedia.
Mario me mira, levanta el pulgar y yo le sonrío. Todo salió como habíamos planeado mi amigo Mario y yo.
Después he aparecido en Canarias con mi amigo Ivan explicándole a María Cé Hache que hay un muro en Costa Adeje que estropea las transacciones comerciales, concretamente las mías cuando intento repartir las naranjas que cultivo y vendo.
Al rato Iván me ha preguntado si yo sabía por qué cerraban el periódico La Razón y yo le he respondido:
- Creo que Marhuenda no se ponía de acuerdo con el resto de la cúpula sobre la postura del periódico con respecto a la polémica de tirar este muro o no, y han decidido romper.
Ahí desperté.
Contando en el blog la vorágine que nos traemos con el papá de Carmen estos días, he dejado por añadir que además de estar esta semana en el Hospital La Moncloa también estuve en el Clínico.
Es que a Néstor, la pareja de mi madre, le han cortado un trozo de colon por tener cáncer.
Se lo han empalmado como si jugaran a la fontanería con sus tripas.
Me maravilla la ciencia.
Está bien el hombre, se le ha complicado un poco porque en la operación le rompieron un vaso y el drenaje ha sido algo más difícil, pero va bien.
Se entretiene haciendo sudokus, que es la PS4 del sexagenario.
Es sexagenario porque lo es, pero tiene la actitud y la planta de alguien mucho más jóven.
Le pedí que me dejara hacer uno de sus sudokus, del nivel más alto, alardeando de ser muy ducho en la materia.
En la foto tenéis dónde me he estancado, así que sentíos libres de terminarlo, que yo no soy capaz sin inventarme un número o avanzar con un número hipotético.
Comparte habitación con un tío que parece padecer un enfisema, que no debe ser grave porque está dando paseos por el hospital en bata, sin más, durante horas, y yo he sido testigo.
Lo malo no es compartir habitación, sino que se ha traido a toda la familia de su mujer (dominicana) y los ha metido allí a pasar los días, con picnic y todo, seis personas, hasta las 23h varios días.
Gritos, tonos exageradamente por encima del que procede en un hospital...
No hay respeto alguno ni excusa posible, ni por parte de esa gente ni del hospital, que podría haberlos mandado a tomar viento.
No son horas para incordiar a nadie que acaba de salir de quirófano.
Uno de estos días de coche pa'rriba y coche pa'bajo entre hospitales, mientras caminaba para salir del parking, veo unas marcas en el suelo.
Varias rayas juntas.
Me parece gracioso ponerme a saltarlas a la pata coja, alternando la izquierda y la derecha, a veces ambas, como las niñas en el cole cuando yo era chiquitín, a lo que Carmen decide comentar la jugada:
+ Ay, yo jugaba a ese juego, pero no me acuerdo cómo se llamaba...
- Rayuela.
+ Eso es una paja.
- No cielo, eso es gayola.
Espero que os hayáis atragantado con vuestra propia saliva de la risa, y si no... es que no tenéis alma.
Casi me muero del panzón de reír, es única.
Al llegar a casa abrí el buzón y me encontré publicidad de Vitaldent... ¡qué huevos más gordos tienen! :_)
Y ahora viene un dato inconexo típico de mi blog.
Ayer era el segundo aniversario del noviazgo de Tania y Charly, o como me dijo Charly por Whatsapp, todo romántico él:
- Segundo aniversary. T cagas. Record...
Es para quererle.
Pues espero que les dure mucho, por lo menos hasta que él esté pellejo.
Para finalizar la entrada, y el día de ayer, he encontrado una cuenta en Twitter que vende juegos digitales de PS4 a precios insultantes, hasta el punto de que suena a timo... y aun así me he metido de cabeza.
De hecho escribo esta entrada mientras descargo 9 putos juegazos por valor de 400€ y sólo he pagado 55€ ¡de manera legal!
La cuenta es @eligeloya.
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