Si podéis elaborar la receta con un pollo que no lleve 1 año y 6 meses caducado en el congelador puede que mejore... o no, y ese ha sido mi secreto sin yo saberlo.
La receta es mía, no hago culpable a nadie y asumo la responsabilidad de su éxito y su fracaso. Vamos allá.
Herramientas:
- Olla alta
- Mortero
- Alexa
Ingredientes:
- 1 puerro
- 1 berenjena
- 1 cebollETA
- 1/2 calabacín
- 1 bote de garbanzos
- Cuartos traseros (2 piezas de muslo + contramuslo)
- Pimentón dulce
- Sal
- Aceite
- 1 vaso de vino blanco
- Perejil
- Un puñado de almendras
- 2 dientes de ajo
Preparación:
En una olla alta sofreír en aceite generoso la cebolleta y el puerro picados muy muy fino. Queremos que desaparezca tanto como el coronabichus.
Cuando empiece a dorarse añadimos el calabacín y la berenjena en daditos chiquitos. No quites la piel, tiquismiquis, que te leo la mente.
Añadimos algo de sal para que llore la berenjena, que en inglés tiene un nombre rarísimo (eggplant) y removemos con fuego medio hasta que todo sea un sofrito homogéneo y no un montón de berenjena en daditos que te haga pensar "me he pasado, tenía que haber echado menos berenjena... ¿sería muy grande o está mal la receta?".
Tranquila, enseguida se reduce.
Añadimos una cucharada de café colmada de pimentón dulce.
Añadimos el vino cuando el pimentón se haya disuelto.
Recuerda, nunca es suficiente pimentón, hasta la gasolina debería llevar pimentón.
Dejamos que suceda el típico chup chup y, mientras, en un mortero, majamos las almendras y el ajo con aceite. Puedes usar una batidora si eres tan moderna que no tienes mortero... usted perdone. Reservamos esa pasta que debe tener la textura de una mostaza.
Añadimos el pollo para sellarlo por todo su exterior.
Añadimos los garbanzos del bote, sin limpiar ni na. Piénsalo, no están sumergidos en veneno.
Cubrimos de agua unos 4 dedos por encima de lo que haya. Salamos con cabeza.
Añadimos el perejil como si nos lo hubiera regalado Felipe VI y también la majada a cucharadas. Removemos.
Le pedimos a Alexa que nos avise en 15 minutos y nos ponemos a hacer otras cosas. Sí, tengo mortero y Alexa, avanzo sin querer soltar el pasado.
Cuando Alexa nos interrumpa lo que estemos haciendo nos acercamos a la olla, la removemos, nos aseguramos con una cuchara de madera que no haya nada pegado al fondo de la olla y añadimos agua caliente hasta recuperar los 4 dedos que había.
Le pedimos tiempo de nuevo a Alexa, esta vez 20 minutos.
Sabremos que el potaje está hecho cuando el pollo lo esté, y cuando todo esté cubierto por un dedo de sabroso guiso.
Apagamos fuego y sacamos el pollo.
Lo desmenuzamos y añadimos los trocitos a la olla. Removemos.
Servir en plato hondo y enviarle un Whatsapp al que te envió la receta, y si está delicioso y además eres capaz de hacer que luzca en una foto, súbela a Instagram y etiquétame:
@ramonruizf
Una receta deliciosa va de la mano del postureo. Siempre.