viernes, 15 de enero de 2016

¡Auxilio doctor!

Cuando hice limpieza en Facebook me quedé tremendamente relajado, aunque dejé a mucha gente con la que no tengo ningún contacto e incluso algunos que me caen mal.

Lo políticamente correcto aún tiene hueco en mis redes sociales.

Tengo perdida la noción del tiempo y no sé en qué día vivo, ni el día de la semana ni el del mes.
Esto pasa cuando tienes mucho tiempo o ninguno.

Seguimos arrastrando el culebrón medicinal de la madre de Carmen y lo digo abiertamente: en esta ciudad los médicos no hacen bien su trabajo.
Lo he vivido en mis carnes durante dos años y seis meses, en más de 150 visitas a diversos médicos y sigo viéndolo a mi alrededor constantemente.

En ese tiempo he recibido más radiación que el Increíble Hulk, así que si un día me veis algo verde entre los dientes es por eso.

Pasan, no prestan suficiente atención, no va con ellos.
O llegas con un cuchillo clavado en el pecho y deducen que igual eso te molesta al respirar, o se ahogan en un vaso de agua.

Los enfermeros y enfermeras de esta ciudad son quienes salvan de verdad la Sanidad Pública con su trabajo.
Le ponen mucho más cuidado y son más empáticos que los que pasean estirados y elegantes con el fonendoscopio al cuello.

Excluyo de esta queja a la doctora Villasante, que se dejó el lomo cuando me ingresaron por una lesión en el colon hace medio año.

Retomo.

Hasta Carmen ha salvado la vida de una persona como técnico de aplicaciones de diagnóstico de imagen, vida que una doctora mandaba a su casa porque según ella no tenía nada.

Tan sólo un neumotórax que iba a matarlo en unos días doctora, tan solo eso tenía y Carmen sí lo vio, sin ser su responsabilidad, siendo casualidad que estuviera allí.

Ahora Carmencita, la mamá de Carmen, es una patata caliente que se pasan entre cardiólogos, neurólogos y psiquiátras en el hospital, con gran irresponsabilidad.
Me indigna.

Hablando de Carmen y su curro, mientras estábamos en Escocia recibió una oferta de una empresa muy fuerte, pero al final las condiciones que ofrecen frente a las que solicita Carmen no van a obtener su sí quiero gracias a Elías, compañero y amigo suyo, que sacó la calculadora a tiempo.

Esperando durante una hora (que al final fueron tres) a que me llamara Carmen para recogerla a ella y a su madre (porque nos dijeron que le daban el alta pero luego fue que no), Olga, hermana de Gerardo, me regaló una manguera que nos viene genial para el pequeño patio donde tendemos la ropa.

¿Es relevante? No, pero como llovía me hace gracia.
¿Os han regalado una manguera un día lluvioso? Tiene su cosa.

¿No le ves la gracia?
¿Y si te digo que fui a cambiar las aletas para bucear que mi madre me regaló en Reyes en ese día lluvioso?

Bueno, pues a mí me parece que tiene gracia.
Me dieron un vale por esas aletas y encargué otras que sí me cuadraban más y que ya tenía en la mira, aunque fueran un poco más caras.
Amarillo fosforito, a juego con el ordenador de buceo y el cuchillo, además tienen una forma curiosa y son las que lleva nuestra divemaster.

Lo siguiente serán los escarpines y una máscara nueva.
El jacket, el neopreno y la botella personalizada pueden esperar.
Me enamoré hace un año de una botella que vi pintada como un extintor.
Bucear con un extintor en la espalda es una vacilada.

Nos fuimos a casa, yo estaba muy cansado de estar por ahí y el día estaba feo.

¡Oh! el Parra ha salido del hospital (sí, él también está de hospitales, han operado a su mamá) y quiere charlar.

Quedamos más tarde porque yo necesitaba hacer unas gestiones.

Mi amiga María, AKA Mary SoloMary en Facebook y maleni cuando hablo de ella con Carmen, me propuso estudiar las oposiciones de Auxilio Judicial que acaban de sacar... y lo voy a intentar.

Soy tan consciente de que me pongo tremendamente nervioso con los papeleos oficiales que pedí ayuda a Carmen a la hora de apuntarme.

No puedo describiros lo mucho que me bloqueo y la que lié en el ordenador durante la solicitud, pero me consta que Carmen me quiere con locura.
Yo me hubiera mandado a la mierda.

Es paradójico ponerse nervioso al rellenar documentos oficiales para opositar a un trabajo en el que ayudas a tramitar documentos oficiales.

Para calmarme recogí al Parra en su casa, dejé el coche en la nuestra, fuimos a Gerardo a las 21:30h y nos jarreamos duro hasta casi la 1h.
Allí nos encontramos con Carmelo.

Nos reímos bastante.
Lo necesitábamos los tres.

Al llegar semipiripi a casa y pasar por el Burger King cometimos el feliz error de comprar cena.
No se puede hacer dieta si tu amor es Carmen y vives a 30m de una hamburguesería.

Caímos en la cama como cestos y al madrugar he notado el exceso.

Cuando he ido esta mañana a entregar en una oficina de Registro los papeles que rellené ayer, he visto la caraja mental del funcionario que me ha atendido y me he sentido mejor.
Ayer yo bebí y hoy la resaca la padecía ese señor, no hay otra explicación.

Estoy animado hoy.

La foto la he hecho parado en un semáforo, me parece curiosa, la cultura que nos haría libres murió más o menos en la misma época que murió Wanadoo.

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