martes, 7 de junio de 2016

Cachis

Me despidieron del curro...
Es humillante decir que me han despedido del Club del Ratoncito Pérez :_)

Me gustaría decir que no di la talla, que me faltaba experiencia, que no conseguí entender mi puesto, pero no, es aún peor.

Un tipo con el dinero por condena decide montar una empresa para vender productos a clínicas odontopediátricas, a nivel nacional, y de sus ventas quiere donar una parte a organizaciones con fines sociales.

Es pelín largo de explicar, pero yo creo que he estado trabajando en una tapadera de blanqueo de dinero.

El paleto con pasta contrata a un experto en marketing digital como Director de Operaciones y éste nos ficha a mí, para trabajar RRSS y contenido, y a otro chaval para SEO y hackeo de la Matrix.

El primer día nos reunen para pedirnos quintuplicar las ventas del producto.

JUAS

Me lo tomo a broma. Tenía que ser una broma.

Pasados unos días descubrimos entre los tres el tremendo caos que había montado en la web y en las redes.
Ambos soportes rezuman falta de profesionalidad, carencia de planificación y muchísima osadía.
Es imposible capitalizar ninguna de nuestras acciones con semejante desaguisado y los indices de rebote de la web (gente que entra y sale en menos de 2") superan el 80%.
El Director de Operaciones propone soluciones a corto plazo a coste cero, que fueron obviamente denegadas por el dueño.

Qué atrevida es la ignorancia.

Afortunadamente para la presión de mi puesto no afectó mucho a los efectos principales de mi labor y pude trabajar recogiendo resultados, poco útiles si al final no se capitalizaban por parte del equipo de Ventas, pero que mantendrían mi culo en la silla.

A la semana se escuchan amenazas de ruede de cabezas, tal cual, el dueño se paseaba rezando la amenaza en voz alta.

El Director me saca de la oficina y me dice que lo deja, que lo siente, que le perdone, que no puede hacer nada con las manos atadas y no está por la labor de recibir los golpes de las palurdeces del dueño, un tipo que tiene en sus manos una herramienta de ventas y marketing digital pero basa su estrategia ¡y la nuestra! en hablar de la magia del Ratoncito Pérez.

Lo entiendo, le muestro mi apoyo.

Día 18:

Recibo un correo del subnormal sin talento alguno que antes ocupaba mi puesto, tocándome los cojones y entrometiéndose de nuevo en mi trabajo sin criterio. Me cabreo.

Le digo al Director que hoy mismo voy a firmar la hoja de baja voluntaria, no sólo no nos dejan trabajar sino que encima muerden porque estamos destapando su ineptitud.

Sonríe, menea la cabeza con resignación y me pide que espere, que el dueño quiere reunirse con él.

Cuando la reunión terminó el dueño nos llamó al hacker y a mí.

Se dedica a decirme lo bien que lo he hecho, que le constan los días que no he comido por trabajar, las horas extras, los findes, que he reducido a la mitad el presupuesto usado y duplicado (para mí eso es cuadriplicar) la audiencia y alcance de las redes sociales, que está contento con los resultados y que las cifras hablan por mí.

Nos informa que acaba de despedir al Director porque él y su equipo, nosotros, no hemos cumplido sus expectativas de hacer 90.000€ en 18 días, y que por eso rescinde el contrato vigente, que yo personalmente aún no he firmado.

Es curioso, los tres entramos para aumentar progresivamente las ventas en mínimo un mes, y este pollo se saca de la manga unos objetivos del 5000% en 18 días.

Nos cuenta que va a darle nuestros tres sueldos, además del presupuesto del departamento, al tonto que me escribió el mail, para que invierta en Facebook y Adwords porque le sale más a cuenta y cree que va a ser más efectivo.

Para terminar el ciruelo añade que había contratado a 9 teleoperadoras de ventas (señoras sin ningún conocimiento informático, con las que comí un día, que trabajan desde casa sólo por las mañanas por 450€), y que como no vendían nosotros eramos los responsables.

Incapaz de escuchar una sola incoherencia más sonreí y dije que le entendía perfectamente, que entendía su decisión.

Teniendo a un retrasado mental enfrente ¿quién no lo entendería?

Antes de irme me pide que le mande un mail con datos, como mi teléfono ¡y mi correo electrónico! (es un máquina), para contactarme si se vuelve a equivocar.

Lo hice.
Le envié un mail con mi curriculum, porque están mis datos y porque creo que no sabe ni a quién tenía contratado.

Yo que me había comprado una taza para mi primer despacho... cachis.

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