Me está costando recuperar los días perdidos aquí en @thinkinredes, así que me voy a saltar alguno y chinpón, que ha habido uno en el que no sólo no me ha pasado nada sino que tampoco pensé ni divagué... es mentira, pero el blog es mío y me lo follo cuando quiero.
Iba a escribir sobre la Nochebuena en casa que pasé con mi familia más cercana y la de Carmen, pero circunstancias del día siguiente muy desagradables relacionadas con la mía hace que se me quiten las ganas de mentar a los que son de mi sangre, mira tú.
Poderoso caballero es Don Dinero decía Quevedo, y no le faltaba razón.
En el pecho llevo un tatuaje que reza 'Not anymore', en el pectoral izquierdo, donde simbólicamente emplazamos el corazón de los sentimientos.
Para mí significa que por dinero 'ya no más', que por dinero no se me toca más el corazón, ni se le pone precio, nada, porque estoy harto.
Familia, amigos, compañeros de trabajo, conocidos, jefes y parejas han tenido diversos y muy feos detalles hacia mi bondad económica, y aunque no hace falta tatuarse para recordarlo lo porto orgulloso a modo de mantra.
También funciona como un 'cuidado con el perro'.
Aún así siempre hay alguien que antepone el dinero a mi persona, a sabiendas de mi forma de pensar y de la negra cicatriz alfabética de mi pecho.
Es curioso que todos y cada uno de los que han osado estafarme, o hacerme jugarretas económicas, tienden a la soledad forzosa, a un rechazo selectivo de sus entornos que los deja mermados de compañía.
Eh, que yo no hago nada para ello ni lo provoco, pedidle explicaciones a Darwin.
En contraposición (una vez que marchan o los destierro) yo me considero muy bien rodeado, rodeado de gente de calidad, hasta el punto de sentirme pequeño en su compañía y con una ligera sensación de deuda hacia su honestidad y lealtad.
Total, que cenamos y que no voy a hablar más de ello, estoy muy decepcionado y han destrozado mi recuerdo.
¿Os he dicho ya que odio las Navidades?
A veces durante el día me apunto cosas en las notas del móvil, para que no se me olvide al escribir las entradas, y frente al vacio que dejo de la Nochebuena voy a sacar esas notas a la palestra.
Se ha liado parda con lo de las Reinas Magas. Al principio alguien muy hembrista (y con pocos dedos de frente) propuso poner tres mujeres, tres Reinas Magas en sustitución de los tres Reyes Magos, porque la paridad debe prevalecer y el patriarcado desaparecer... ptrrffffff (pedorreta), a la historia y a la leyenda que con tanto celo protegemos de cara a los niños y su felicidad que le den ¿no?
Mira que se puede ser del Madrid y del Barça, del PP y de Podemos, de Nesquik y Cola-Cao, pero lo de la ilusión de los Reyes nos une a todos. Todos guardamos el secreto y hacemos con el mito virguerías para que los niños flipen, pero a alguien le pareció machista, mira tú.
Menos mal que luego rectificaron y la cosa quedó en que en vez de pintar de negro al concejal de turno que hace de Baltasar, pintarían a la concejala de turno.
Pues me parece de puta madre la verdad.
Lo otro me parecía tan absurdo para defender la paridad y luchar contra el machismo como poner a los tres Reyes Magos negros para luchar contra la xenofobia.
No es buena idea.
Que se lo digan a los productores de la última de los 4 Fantásticos, que les dió por poner un negro en el papel de Johny Storm (la antorcha) y no sólo se comieron la mierda en taquilla sino que provocaron la risa y los chistes fáciles.
Ojo, que si el chiste lo hace el concejal Zapata no se puede uno reír, hay que publicar en redes sociales que debe dimitir y pedir su cabeza. Sarcasmo.
Tampoco le voy a dar bombo a eso, es tan sencillo como saber diferenciar el antes y el después de su puesto de concejal.
¿Cuando escribió los chistes? Antes.
¿Cuándo le quieren crucificar? Después.
Y ahora decidme ¿cuántos chistes de Irene Villa habéis contado?
Por cierto, ese tipo de chistes que señalan con el dedo con tantísima precisión no me hacen gracia ya, pero al César lo que es del César.
Venga, fin del tema.
Hablando de chistes y gracietas, el otro día se me ocurrió ver un vídeo de Antonio Castelo, en el canal Yu de los 40 Principales (creo que ese es su nombre), y salía Iggy Rubín, un excompañero del show God save the Comedy que fundé con otros tres cómicos más aparte de él, y me pareció lamentable.
Sentí hasta pena.
Un tío que a mi entender tenía un grandísimo talento (al margen de que para mí sea una persona despreciable a la que no quiero a mi lado y culpable del 75% de mi marcha del show), haciendo un vídeo para usuarios youtubers con menos gracia que @sanchezcastejon dando los buenos días en Twitter, con un contenido de bajísima calidad y a la sombra de un ególatra como Antonio Castelo... flipé.
Lástima, me consta que está trabajando de guionista de Buenafuente porque hay mucho bocazas que me viene contando cosas de mis excompañeros, como si de exnovias se tratara, pero joder, lo del youtuberismo es muy mal circo y sus ansias de trepar y fama le han llevado a un fango muy feo.
Imagino que será rentable económicamente.
La de la foto es Carmen, dramatizando junto a un grafiti las dos picaduras de medusa (en dos días diferentes) que se llevó en el mismo brazo en verano.
Pobre, qué mal lo pasó y qué poco se quejaba.
La segunda medusa no le picó, fue Carmen quien la abrazó y se la llevó pegada al antebrazo.
Vinagre, agua dulce, agua salada, hidrocortisona de dos tipos, urbasón, nada... nada le hizo efecto.
Pero mira, es una valiente y una cachonda, me encanta la foto.
Para terminar la entrada recomiendo a los que hayan pasado los 35 años que escuchen Bubble full on rainbows de Nikka Costa, que seguro que les trae recuerdos; de forma opcional pueden poner algo de sus últimos discos y flipar.
Ojalá vuelva a tocar en España.
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